En algunos casos, es posible recuperar el cabello perdido. La eficacia del tratamiento dependerá de la causa subyacente de la pérdida de cabello y de la rapidez con la que se detecte y se inicie el tratamiento.
Para la alopecia androgenética, una condición hereditaria que es la causa más común de pérdida de cabello en hombres y mujeres, los tratamientos médicos como minoxidil y finasterida pueden ayudar a detener la pérdida de cabello y a estimular el crecimiento del cabello nuevo. Estos tratamientos deben ser utilizados continuamente para mantener los resultados.
En caso de pérdida de cabello debido a una carencia nutricional, el tratamiento puede incluir suplementos alimenticios y cambios en la dieta para corregir la carencia.
Enfermedades autoinmunes o infecciones del cuero cabelludo pueden requerir tratamientos con medicamentos, como antibióticos o corticosteroides, para tratar la enfermedad subyacente y detener la pérdida de cabello.
Por otro lado, hay tratamientos cosméticos y estéticos como el transplante de cabello, los cuales son estéticos y buscan mejorar la apariencia del cabello, pero no tratan la causa subyacente de la caida.
Es importante mencionar que en algunos casos, la pérdida de cabello puede ser irreversible, es por eso que es importante acudir a un especialista en tricología para evaluar y determinar la causa del problema, y recibir el tratamiento adecuado.